3 de julio de 2008

LAS OLIMPIADAS, CELEBRACIÓN QUE NOS UNE

Por Prof. Wolfgang González Beluche Comunicador Radiofónico, Periodista
y Catedrático Universitario
*Publicado en la decimaséptima ediciòn del periódico
El Parlamento, el 1 de julio de 2008.
Desde el momento en que la antorcha es encendida en el místico Olimpo, se inicia la preparación de la fiesta que por siglos ha unificado a toda la humanidad, las Olimpiadas. Fue la antigua Atenas que sirvió de cuna a tan inspiradora celebración en honor de Zeus, y los juegos comenzaban con una ceremonia y un sacrificio a este dios. Estas competiciones no solo contenían un trasfondo religioso, también se encontraban influenciadas por la música y las artes. Por todas y todos era esperado cada cuatro años el verano, para realizar así los juegos olímpicos, esto traía como consecuencia el cese de conflictos bélicos o cualquier diferendo entre pueblos de la cultura helénica. La historia nos permite conocer, que a los victoriosos en las distintas pruebas se les premiaba con una corana de olivo, en señal de triunfo. Con el asentamiento del poderío romano en casi todo el mundo, el emperador Teodosio abolió los Juegos Olímpicos, basándose en la concepción cristiana de la época, que consideraba inmoral el culto del físico.
Centurias pasaron por el mundo, permitiendo que el tiempo se encargara de mantener invernando tan excepcional inspiración, la cual renació en el combativo Barón Pierre de Coubertin, quien utiliza el mismo escenario (Atenas), para inaugurar los primeros Juegos Olímpicos de la era modera, en la primavera de 1896. Asistieron catorce (14) países. Coubertin inmortalizó la frase “lo importante no es ganar sino competir”, máxima que ha quedado grabada para la posteridad y que nos permite resguardar esa gran motivación que se genera en los corazones de hombres y mujeres, que por años se preparan en las diversas disciplinas para demostrar quién es más rápido, más alto, más fuerte, como grandes figuras de la talla de un Jessy Owens, mejor conocido como el “Antílope de Ébano”; atleta estadounidense quien se destacó en las olimpiadas de Berlín de 1936, por ganar cuatro medallas de oro, o el checoslovaco Emil Zátopek, apodado “La Locomotora Humana”, quien pasó a la posteridad por su ejemplar desempeño en Helsinki, tras vencer en el plazo de una semana, en 5000 mts, 10000 mts y en el maratón. No podíamos dejar de mencionar a Adán Gordón, hijo de la “Isla de las Flores”. Taboga. Apodado en su momento “el pez humano”, posterior a los juegos olímpicos de 1928 en Ámsterdam, se ganó el mote del “Olímpico Solitario”. También nos permitimos rememorar la figura de Lloyd LaBeach, quien nos representó en Londres en 1928, ganando las medallas de bronce en los 100 y 200 mts. Y por último nuestra más reciente revelación, Irving Saladino, joven valor colonense que por su destreza en el salto largo se le denomina “El Canguro”.
Hoy, es Beijing capital de la República Popular de China, el lugar designado por el Comité Olímpico Internacional (COI) para ser la próxima sede de este magno evento en su XXIX versión. Será el 8 de agosto de este año cuando inicien los Juegos, disputándose en 38 disciplinas de 28 deportes el oro, la gloria y la “inmortalidad”.